EL MITO DE LA RECONQUISTA


A muchos de los lectores de este blog, la palabra Reconquista le traerá a la memoria recuerdos de las clases de historia en la escuela o en el instituto. El maestro o la maestra nos contaba como el año 722 un reducido grupo de asturianos, a cuyo mando estaba el noble Don Pelayo, vencían con apoyo de la Virgen a un numerosísimo ejército de musulmanes. Se iniciaba así una guerra que duró más de ocho siglos hasta terminar el dos de enero de 1492 con la expulsión de los musulmanes del reino de Granada. Esa larga guerra, en la que según nos contaban se forjó la unidad nacional, recibía el nombre de Reconquista y el final de la misma dio lugar a una España unida y católica.
Esa idea sobre el origen de la unidad y confesionalidad de nuestro país es un concepto anticuado y nada científico, más cerca de la leyenda que de la historia. Recientemente ha vuelto a ser utilizada como objeto de debate político y protagonista de los mensajes que circulan por las redes sociales.
La razón de esa resurrección hay que buscarla en las declaraciones de los dirigentes de VOX. Su líder Santiago Abascal, eligió para iniciar la campaña electoral previa a las elecciones generales de abril de 2019 la localidad asturiana de Covadonga, en una clara expresión de su intención de "reconquistar" España. Incluso en el conjunto de propuestas que presentó al PP para votar la investidura de Juan Manuel Moreno como presidente de la Junta de Andalucía incluía declarar el día 2 de enero, fecha de la toma de Granada por los Reyes Católicos, como día de Andalucía.
Con esta entrada del blog pretendo analizar, a la luz de las investigaciones de los historiadores expertos en historia medieval, qué hay de verdad detrás de la palabra Reconquista, cuánto tiene de mito y, sobre todo, por qué VOX agita esta idea como una de sus señas de identidad. 
 
El término
El diccionario de la Real Academia Española lo define como Recuperación del territorio hispano invadido por los musulmanes en 711 d.c. que termina con la toma de Granada en 1492. Pero la R.A.E. no lo incluyó en su diccionario hasta 1936. Modesto Lafuente lo usó con ese significado a mediados del siglo XIX en su Historia General de España (1850-1867) que fue la obra de referencia general hasta la Segunda República. Antes prácticamente nunca se había usado. De hecho la mayoría de los historiadores expertos en la Edad Media aseguran que el término nunca se utilizó en aquel periodo. Por tanto la Reconquista, lejos de ser una idea medieval, es un concepto creado por el nacionalcatolicismo a partir del siglo XIX. Según afirma José Álvarez Junco, catedrático de Historia del Pensamiento de la Universidad Complutense, “El término de Reconquista está ligado a la emergencia del nacionalismo español, que elabora la teoría de que la unidad nacional se logra con la conquista de Granada y la expulsión de judíos y moriscos”.
Su utilización durante el franquismo
El dictador Francisco Franco utilizó políticamente el término de Reconquista para justificar su golpe de Estado en 1936 contra la República: si en la Edad Media se liberó a España de los moros, él llevaría a cabo una nueva Reconquista para liberarla de los rojos, ateos y masones. Franco, en la búsqueda de un
espíritu nacional fraguado en la militarización de esencias cristianas, reactivó la idea de reconquista convirtiéndola en el hilo conductor de toda una trama generadora de sentimientos patrióticos: un pasado común para el conjunto de los españoles que habrían sabido construir, frente a los musulmanes invasores, una identidad europea claramente diferenciada y netamente cristiana. Por otra parte para dar alguna consistencia histórica al nuevo estado que pretendía construir, recurrió a otros símbolos medievales como los Reyes Católicos como forjadores de la unidad de España o unos reinos cristianos en permanente lucha contra los invasores musulmanes, que recibieron el favor divino, bien fuera a través de la Virgen María o del Apóstol Santiago.
También uno de los principales soportes ideológicos del franquismo, el nacionalcatolicismo, recurrió a ese concepto. Según su propuesta ideológica, Reconquista y nacionalcatolicismo van de la mano. Es decir, España y catolicismo son dos componentes indisociables en la historia peninsular. Según señala el profesor García Sanjuán, “ese relato viene a decir que los españoles son los cristianos y los musulmanes no eran españoles. Eran unos ocupas que estaban aquí de forma ilegítima y que debían ser expulsados. A través de ese proceso se reafirmó la nación española”.

Los hechos contrastados
El primer hecho que conviene subrayar es que España como nación no existió durante la Edad Media. Las referencias que se hacían a los términos Hispania, Iberia o España tenían que ver con un territorio que coincidía con el de la Península Ibérica y en cuyo suelo convivían diversos reinos independientes. El matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón supuso la unión dinástica de ambos reinos, es decir, que el heredero de ambos podría reinar en ambos reinos, que seguían siendo independientes. De hecho mantenían sus propias leyes, administración y órganos de gobierno. A eso hay que añadir que una vez conquistado el reino nazarí de Granada, además de Portugal, en el suelo peninsular persistía otro reino independiente, el Reino de Navarra. Por tanto se puede afirmar que en ningún caso se podía considerar que ni el matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón o el final de lo que se llama Reconquista trajeron consigo la unidad de España, un Estado que aún no existía. Desde el punto de vista jurídico el concepto de España como nación no aparece hasta la Constitución aprobada por las Cortes de Cádiz en 1812.
Otro hecho de gran importancia para el tema que nos ocupa es que según José Luis Corral, profesor de Historia Medieval en la Universidad de Zaragoza, la batalla de Covadonga nunca existió, fue un invento que se hizo en la corte de Alfonso III, y que fue recogida en la Crónica Albeldense que se terminó de componer en el año 881, es decir 159 años después de la supuesta batalla. La crónica, elaborada por monjes mozárabes huidos de Córdoba, fue la manera con la que Alfonso III quería justificar que era el heredero del reino visigodo y por tanto tenía derecho a conquistar las tierras que habían sido “arrebatadas” a sus antepasados. Las crónicas árabes de la época hablan de un enfrentamiento de los enviados del emir para recaudar impuestos, con un grupo de aldeanos asturianos que terminó con los asturianos refugiados en las montañas y los musulmanes que desistieron de perseguirlos dado lo poco que podían recaudar en lo que juzgaron pobres tierras.
Según se pregunta el profesor José Álvarez Junco, ¿qué se reconquistó? “¿La nación? ¿El territorio? ¿La religión? Se diría que fue una recuperación de una identidad cultural, que era la de los visigodos, y de una religión, la cristiana, frente a los musulmanes. Pero los visigodos estuvieron en España 300 años y los musulmanes estuvieron 800… El recuerdo de los visigodos no era tan fuerte”.
Ciudades como Murcia, Almería o Badajoz, fueron fundadas por los musulmanes. Por tanto ¿cómo hablar de reconquista de unas ciudades que nunca fueron conquistadas, ya que se crearon después de la invasión musulmana? Tal vez el caso más significativo a este respecto sea el de la propia ciudad de Granada. Por tanto, tampoco es cierto que se reconquistara Granada, que había sido fundada por los musulmanes. Ni siquiera fue conquistada, ya que Boabdil se rindió a los Reyes Católicos con los que firmó unas capitulaciones.
Otro hecho que conviene destacar es que antes de la batalla de Guadalete del año 711, en la que los musulmanes de Tarik y Muza vencieron a las huestes del rey Don Rodrigo, se calcula que habría en
España unos seis millones de hispanorromanos, a los que habría que añadir unos pocos cientos de miles de visigodos que había llegado unos trescientos años antes. Por muchos bereberes y árabes que llegaran en la invasión, parece evidente que estaban numéricamente en franca minoría respecto a los habitantes de la península. Lo que sí que hubo fue un proceso de aculturación, impuesto en muchas ocasiones por la fuerza de las armas, pero que tuvo una duración de varios siglos. De ahí se deduce que la llamada Reconquista fue un larguísimo proceso de ocho siglos de duración, en el que unas unidades políticas de religión cristiana, se enfrentaron con otras unidades políticas que mayoritariamente practicaban la religión musulmana, ambas situadas en suelo peninsular. Un proceso que no fue lineal ni constante, ya que a los avances territoriales de unos sucedían los avances de otros y en medio hubo largos periodos en los que las armas eran sustituidas por el pago de tributos o parias.

Conclusión
Si bien es cierto que las élites políticas y religiosas cristianas concibieron el proyecto de combatir a los musulmanes y de liquidar su presencia en territorio peninsular, se trataba de un proceso de expansión territorial a costa de unos territorios cuya población practicaba mayoritariamente la religión musulmana. Como se ha visto antes, en los textos medievales no se usa la palabra Reconquista para referirse a ese proyecto político y militar de liquidación de al-Andalus.
Franco aprovechó el concepto, utilizado desde el siglo XIX, para justificar su golpe de Estado con el que pretendía “reconquistar” un España sometida al poder de rojos, ateos y masones.
El nacionalcatolicismo también utilizó el término para justificar una cruzada que le permitiera recuperar el poder de la iglesia Católica, puesto en entredicho durante la República. Tanto la autoridades franquistas como la jerarquía eclesiástica se encargaron de difundir esa versión de la historia española a través de la escuela en la que nos hemos formado varias generaciones de españoles y que de alguna forma aún se mantiene en muchos libros de texto.
Los discursos que plantean la unidad de España como fin del proceso de Reconquista de Al-Andalus están falsificando la historia, realizando lo que se conoce como presentismos, es decir, crear una idea determinada de España y proyectarla en el pasado.
A Vox no parece importarle la historia, sino que como antes hiciera Franco, la usa “como instrumento para transmitir sus ideas nacionalistas, xenófobas e islamófobas, para decir a los españoles que son una gran nación que realizó grandes hazañas históricas”, razona García Sanjuán.
En definitiva, en el mejor de los casos, la Reconquista es un concepto simplificador y tendencioso, que se remite en exclusiva a la perspectiva cristiana del proceso histórico medieval peninsular, ignorando la musulmana.
Por último podemos afirmar con Carlos de Ayala que “Quienes usan hoy ese término quieren recuperar unas señas de identidad que conviertan a España en algo homogéneo dentro de categorías católicas y determinadas connotaciones culturales...” Con la defensa de la Reconquista como proceso histórico pretenden hacernos creer que nuestro país está siendo objeto de una nueva invasión a través de la emigración, que acabará eliminando nuestras señas de identidad.

Bibliografía
Para realizar este blog he recurrido a las siguientes fuentes:
ÁLVAREZ JUNCO, J.: Mater Dolorosa, Barcelona, Taurus, 2015

ÁLVAREZ JUNCO, J y DE LA FUENTE MONGE, G.: El relato nacional. Historia de la historia de España, Madrid, Penguin Random House, 2017

AYALA MARTÍNEZ, C.: “¿Podemos seguir hablando de “reconquista”? Nacimiento y desarrollo de una ideología”, Al-Andalus y la historia, 10/9/2018. URL <http://www.alandalusyla historia.com/ ?p=474>


BLANCO, P.: Ni España existía ni la Reconquista es tal y como la cuenta Vox”, El País, 12/4/19 URL <https://elpais.com/elpais/2019/04/11/hechos/1554980000_022524.html >

GARCÍA SANJUÁN, A.: “La Reconquista, un concepto tendencioso y simplificador” Al-Andalus y la historia, 10/9/2018. URL <http://www.alandalusylahistoria.com/?p=508>


GARCÍA SANJUÁN, A.: “La persistencia del discurso nacionalcatólico sobre el medievo peninsular en la historiografía española actual”, Historiografías: revista de historia y teoría, 12/2016, pp. 132-153.

GORDO MOLINA, A. y MELO CARRASCO, D.: “La Reconquista, ¿ficción o realidad historiográfica?”, en La Edad Media peninsular. Aproximaciones y problemas, Ediciones Trea, 2017, pp. 127-142

MORENO, A.: “¿Por qué Vox rescata ahora el viejo concepto de 'Reconquista'?”, Público, 15/1/2019. URL <https://www.publico.es/politica/ultraderecha-vox-rescata-viejo-concepto-reconquista.html>

PÉREZ BARREDO, R.: La reconquista es un mito”, Diario de Burgos, 2/11/13. URL
<https://www.diariodeburgos.es/noticia/ZD86B418D-DD64-5400-8FBA1220E9A23524/20131102/reconquista/es/mito>

Comentarios

  1. No tengo el suficiente conocimiento de esta cuestión que tratas como para adherirme incondicionalmente a la visión que ofreces ni, mucho menos, para distanciarme y criticarla con fundamento. Está claro que es una concepción rompedora para los que nos educamos en la era franquista. Veo que tu exposición está muy documentada y bien explicada. Confieso que me ha llevado a reflexionar y quejarme de que, en la actualidad, después de más de dos siglos (según dices) de la existencia de España como nación bien consolidada, haya sectores que acuden (también) a la historia, mejor dicho, al falseamiento (también) de la historia, para abjurar de la nación, seguramente por intereses particulares, y separar lo que está ya más que unido. Es un artículo muy interesante. Te felicito.

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  2. Este es un tema que me atrae enormemente y lo has tratado (permíteme el tuteo, ahora lo explico) con escrupulosidad y acierto. Es verdad que el franquismo lo utilizó ampliamente, pero hay algo más porque es nada menos que el mito fundacional por excelencia de la nación española y como tal tiene sus raíces siglos atrás y, por supuesto, su eclosión, en el XIX. Una pequeña observación a propósito de los números, siempre tan problemáticos para los historiadores: Roger Collins se hace eco en su estudio sobre los visigodos de que los últimos estudios no estiman en una cifra superior a unos 30.000 todo el contingente invasor.
    Te explico el tuteo. Me ha dado tu dirección Jaramos, con mucho acierto porque tu blog me ha interesado como él suponía, y eso me ha permitido entrar aquí también como amigo.
    Enhorabuena por el blog.

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