ANTECEDENTES DE LA GUERRA DE UCRANIA

 

 

  La invasión de Ucrania por parte de Rusia se ha convertido en el enfrentamiento militar más grave que ha tenido lugar en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Analizar las causas que han motivado esta guerra exigiría un trabajo de investigación que excede con mucho de los objetivos de este blog. Por otra parte, según sean las fuentes consultadas se obtendrían conclusiones totalmente contradictorias. Como cualquier hecho de relevancia histórica, y este lo es, se necesita tener la perspectiva necesaria para analizar las causas con objetividad. Y esa perspectiva sólo puede darla la distancia en el tiempo.

Lo que resulta evidente es que hay un estado agresor, Rusia, y otro agredido, en este caso Ucrania y que la invasión rusa ha supuesto una flagrante violación de todos los principios del derecho internacional.

Con este artículo se pretende una modesta aproximación a algunos de los antecedentes de esta guerra, de modo que nos ayude a entender en qué contexto se produce la agresión. Se aportan algunos datos sobre la participación de Ucrania en la creación de Rusia y sobre el origen de la actual Ucrania; unas breves pinceladas sobre la historia más reciente de estos países; las relaciones entre Ucrania y Rusia desde la disolución de la U.R.S.S. así como algunas de las razones que ha esgrimido Putin para justificar la agresión.

Espero y deseo que a los que se molesten en leer estas líneas les sean útiles y no les resulte una pérdida de tiempo.

Ucrania en la creación de Rusia

La creación del estado ruso está íntimamente ligada, en su origen, a Ucrania o más concretamente a lo que se llamó la Rus de Kiev. Durante el siglo IX grupos de varegos o vikingos, también conocidos como rus, unificaron diversas tribus eslavas y se establecieron en torno a la ciudad de Novgorod, a orillas del lago Ilmen, en la actual Rusia. El príncipe Riurik fundó la dinastía que lleva su nombre, dando lugar al Kanato de Rus. Durante el reinado de Oleg (879-912) se trasladó la capital a Kiev, dando origen a la Rus de Kiev (882-1240), que ocupaba los actuales territorios de Ucrania, Bielorrusia y la Rusia europea, desde el Báltico hasta el Mar Negro. La Rus estaba dividida en diversos principados, pero todos debían obediencia al de Kiev. Los enfrentamientos entre los príncipes provocaron su declive. Uno de estos principados fue el de Vladimir-Súzdal, con capital en Vladimir y una de cuyas ciudades era Moscú.

Durante el siglo XIII el imperio mongol invadió la Rus de Kiev, provocando su desintegración. Muchos de los antiguos principados, como el de Kiev, no se recuperaron, en cambio surgieron otros como el de Moscú. Iván I de Rusia (1316-1340), fusionó los títulos de Príncipe de Vladimir y de Moscú. A mediados del siglo XV uno de sus descendientes, Iván III el Grande (1462-1505), unificó las tierras rusas. Su nieto, Iván el Terrible (1533-1547), adoptó el título de Zar.

Campesinos rusos repoblaron lo que llamaban la Pequeña Rusia de Kiev y crearon la Marca o Ucrania. Pedro el Grande (1682-1725) fundó San Petersburgo, que se convirtió en 1715 en capital de Rusia. Durante su reinado se creó el Imperio Ruso (1721-1917) del que formaba parte Ucrania.

Ucrania en la U.R.S.S.

Tras la revolución de 1917 Ucrania se independizó constituyendo la República Popular Ucraniana. Se trataba de un nuevo estado formado por diversos territorios, con culturas e historias muy diferentes. Algunos de los territorios que la conformaron habían pertenecido a Polonia, Austria y Rusia. En 1918 se le anexionaron varias regiones que habían pertenecido a Rusia como Donetsk y Lugansk, que forman parte de la región del Donbás. En 1939, ya formando parte de la U.R.S.S., se le anexionó Galitzia, que había formado parte de Polonia. En algunas de estas regiones se desarrollaron fuertes movimientos nacionalistas y tensiones entre las mismas, especialmente entre la parte occidental, con fuerte influencia del catolicismo, y la oriental, con predominio de los ruso hablantes.

En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.), formada en principio por la República Socialista Federal Soviética de Rusia, la República Soviética de Ucrania, la República Soviética de Bielorrusia y la República Democrática Federal de Transcaucasia.

En 1954 el presidente Nikita Jrushchov, que había sucedido a Stalin un año antes, transfirió Crimea desde la Federación Rusa a Ucrania. Tras el fallido golpe de estado de 1991 contra Gorbachov, el 24 de agosto de ese mismo año el Parlamento de Ucrania aprobó la declaración de independencia. El 8 de diciembre los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia declararon oficialmente la disolución de la U.R.S.S.

Desde la independencia hasta la guerra con Rusia

En las primeras elecciones presidenciales rusas con candidatos de varios partidos, fue elegido Boris Yeltsin, que se había presentado como independiente. Este inició un rápido proceso de sustitución de la economía socialista por una economía de libre mercado. Esto incluía la privatización de las grandes empresas estatales, que cayeron en manos de un reducido grupo de oligarcas. El 31 de diciembre de 1999 dimitió como presidente de la Federación Rusa, ocupando Putin, que entonces era presidente del gobierno, su puesto de forma interina. En las elecciones presidenciales del año 2000 obtuvo la victoria, siendo reelegido en el año 2004. Ante la imposibilidad constitucional de presentarse para un tercer mandato, apoyó la candidatura de su más cercano colaborador, Dmitri Medvédev, quien ganó las elecciones y nombró a Putin presidente del gobierno. El año 2012 de nuevo fue candidato a la presidencia por el partido Rusia Unida, ganando a sus oponentes de forma aplastante. En marzo de 2018 se volvió a presentar para un cuarto mandato como presidente de la Federación Rusa, arrasando de nuevo ya que obtuvo más del 70% de los votos.

Para Putin, como para otros antiguos dirigentes, la desaparición de la U.R.S.S. les pareció una tragedia, ya que pasaban de ser una potencia mundial de primer orden a otra de segundo orden y por tanto con mucho menos poder político. Su política exterior se orientó a recuperar la influencia de la antigua U.R.S.S.

El año 2013 el presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, rechazó un acuerdo de asociación con la Unión Europea, apostando por estrechar las relaciones con Rusia. Esto provocó una serie de protestas, conocidas como el Euromaidán, que produjeron numerosos muertos y heridos. En las protestas, junto con demócratas ucranianos, se vieron grupos neonazis y algunos analistas denunciaron la participación de EE.UU.

El 22 de febrero el parlamento ucraniano aprobó el derrocamiento de Yanukóvich y la convocatoria de elecciones. Las elecciones las ganó Petró Poroshenko con una plataforma a favor de la Unión Europea. En marzo de 2014 Rusia ocupó y se anexionó Crimea. Se convocó un referéndum que aprobó por abrumadora mayoría su incorporación a la Federación Rusa, aunque la Asamblea General de las Naciones Unidas rechazó la validez del referéndum.

Coincidiendo con estos hechos, en varias ciudades de las regiones de Donetsk y Lugansk milicias locales independentistas ocuparon diversos edificios gubernamentales y comisarías de policía, proclamando la independencia de ambas regiones. Esto desembocó en un conflicto armado entre las fuerzas militares de Ucrania y los independentistas, conocido como guerra del Donbás, que ha causado miles de muertos.

Las elecciones presidenciales de 2019 fueron ganadas por el actual presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Su prioridad era lograr la entrada de Ucrania en la Unión Europea y en la OTAN así como recuperar las regiones controladas por los independentistas. El 21 de febrero de 2022 Putin reconoció la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, al día siguiente ordenó a las fuerzas militares rusas que entraran en las repúblicas separatistas en lo que calificó de “misión de mantenimiento de la paz”. El 24 de febrero anunció una “operación militar especial” para “desmilitarizar y desnazificar” Ucrania.

Razones que alega Putin para invadir Ucrania

En un discurso pronunciado por Putin el 16 de marzo ante los principales dirigentes federales de Rusia, en plena operación de invasión de Ucrania, explica las razones con las que el dirigente ruso justifica lo que llama “una operación militar especial en Ucrania y el Donbás”. En primer lugar anunciaba que se hacíapara ayudar a nuestra gente en el Donbás, que sufre un verdadero genocidio desde hace ocho años”. También se refería a la intención de Kiev de adquirir armas nucleares, lo que era considerado una amenaza real contra Rusia. Amenaza que ve agravada ante la sospecha de que el régimen ucraniano, que califica de pronazi, está fabricando armas biológicas muy cerca de la frontera con Rusia.

No obstante en el discurso afirmaba que las fuerzas militares rusas no pretenden ocupar Ucrania y que hacen todo lo que pueden para no causar víctimas civiles. A continuación se refirió a las víctimas de la guerra en el Donbás y cómo las repúblicas pidieron ayuda a Rusia para repeler las agresiones de las fuerzas armadas de Kiev. Justifica su actuación en el resto de Ucrania porque afirma que actuar sólo en las repúblicas del Donbás no habría conducido a la paz y no habría eliminado definitivamente la amenaza para Rusia.

Conclusiones

Las relaciones entre Ucrania y Rusia tienen su origen en el siglo IX y se han mantenido, de diversas formas, hasta la actualidad. El actual estado de Ucrania es independiente sólo desde 1991. La disolución de la U.R.S.S., y su división en quince repúblicas, que acordaron precisamente Rusia, Bielorrusia y Ucrania, fue considerada por Putin una de las mayores catástrofes del siglo XX. Por ello orienta su política exterior a recuperar la influencia perdida en el espacio postsoviético. Su mayor pesadilla es la entrada de las antiguas repúblicas soviéticas en la OTAN y el emplazamiento de su armamento en la frontera rusa.

A lo largo de este artículo he intentado desgranar los antecedentes que han precedido a la guerra, pero para muchos analistas la causa inmediata de la guerra ha sido la innecesaria expansión de la OTAN hacia zonas del espacio postsoviético. A esto hay que añadir la consideración en el Kremlin de que una Ucrania perteneciente a la OTAN supondría una “amenaza existencial” para Rusia.

La flagrante violación de la legislación internacional mediante el uso de la violencia, que ha supuesto la invasión rusa, no puede quedar impune. Pero la reacción europea debe orientarse a que efectivamente ayude a poner fin al conflicto y a impedir que Europa y los ciudadanos europeos paguemos las consecuencias del conflicto.


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