ESPAÑA Y EL SÁHARA OCCIDENTAL

 

A pesar de la importancia que el territorio del Sáhara Occidental ha tenido en la historia reciente de España, ni la prensa ni las redes sociales le han dedicado mucho tiempo a esa excolonia española. El histórico giro en las relaciones con el Sáhara que en los últimos meses ha protagonizado el presidente Pedro Sánchez, tuvo mucho eco en los medios, pero en poco tiempo ha desaparecido de las portadas y los mensajes.

La relación de España con el Sáhara Occidental viene de muy antiguo, si bien no pasó a ser colonia hasta finales del XIX, cuando las potencias europeas habían finalizado su reparto de África. Además de razones de prestigio internacional, el principal interés por estos territorios estaba, en un principio, en sus ricos bancos de pesca. Desde la independencia de Marruecos sus monarcas han pretendido anexionarse esta parte de África, a la que consideran parte integrante de su reino. Desde 1965 la ONU ha planteado la necesidad de descolonizar la última colonia europea que quedaba en suelo africano. Los distintos gobiernos de Franco se mostraban reacios a perder la administración de esas tierras, pero en los últimos días del dictador el reino alauita aumentó su presión, de modo que tras la llamada Marcha Verde las autoridades españolas cedieron y en unos vergonzosos acuerdos abandonaron al pueblo saharaui, dejándolo en manos de Mauritania y Marruecos.

Desde entonces han sido numerosas las resoluciones de la ONU exigiendo la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui pero, a pesar del tiempo transcurrido, los habitantes del antiguo Sáhara español viven unos bajo el dominio de Marruecos y otros en campamentos donde resulta muy difícil la vida en condiciones dignas.

En este artículo pretendo describir el proceso seguido por los saharuis desde que pasaron a depender de la administración española hasta el último giro de la política exterior de nuestro país que finalmente da la razón a la monarquía marroquí en su afán por anexionarse los territorios del Sáhara Occidental, obviando los legítimos derechos de sus habitantes a vivir en un Estado propio, libre del dominio de otros estados.

La colonización (1884-1976)

Los antecedentes

La presencia de pesqueros gaditanos en las aguas costeras del Sáhara Occidental, ya fue constatada por el griego Estrabón hace más de dos mil años. En 1449 el rey de Castilla Juan II, concedió a los Duques de Medina Sidonia un señorío sobre África, pero el primer asentamiento en la costa se remonta a 1468 cuando Diego García de Herrera construyó la fortaleza de Santa Cruz de la Mar Pequeña, al parecer en la ubicación de la actual Ifni.

Protectorado y colonia

El interés del Reino Unido por establecerse en las costas africanas frente a las islas Canarias, provocó las reclamaciones procedentes del Archipiélago, que solicitaron la ocupación del lugar donde antiguamente había estado la fortaleza de Santa Cruz de la Mar Pequeña, con objeto de establecer una factoría comercial y pesquera.

En 1884 el gobierno presidido por Cánovas promulgó un Real Decreto proclamando el protectorado español en la costa africana comprendida entre la Bahía del Oeste y cabo Bojador. Al año siguiente en la Conferencia de Berlín se aceptó el protectorado. Por el Tratado de Fez (1912) Francia pasó a administrar Marruecos y España el Rif, Ifni y la zona de Tarfaya como protectorados y el Sáhara Occidental recibió el estatuto de colonia.

Marruecos consiguió la independencia en 1956 y el nuevo rey, Mohamed V, adoptó la idea del “Gran Marruecos”, cuyas fronteras debían extenderse desde Tánger, al norte, hasta Senegal al sur, incorporando los territorios administrados por España, Mauritania, parte de Argelia y de Mali y las ciudades de Ceuta y Melilla.

En enero de 1958 el gobierno español declaró a Ifni y el Sáhara Occidental provincias españolas y en abril del mismo año España y Marruecos firmaron "Los Acuerdos de Cintra”, entregándose a Marruecos la región de Tarfaya.

El año 1965 la Asamblea General de la ONU pidió por primera vez a España iniciar el proceso de descolonización, distinguiendo entre Ifni y el Sáhara y exigiendo para este último territorio la realización de un referéndum de autodeterminación “lo antes posible y sobre una base enteramente libre, democrática e imparcial”, en el cual debería participar únicamente la población autóctona del territorio. Ifni fue entregada a Marruecos en 1969, tras una cruenta guerra (1957-1958).

El 11 de mayo de 1967 España creó la Yemáa o Asamblea General del Sáhara y en 1970 dotó a los saharauis de DNI. Ante la falta de interés de las autoridades españolas por conceder la independencia al Sáhara, en mayo de 1973 militantes saharauis fundaron el Frente Popular de Liberación de Seguía al Hamra y Río de Oro (Frente Polisario), tomando como modelo la revolución argelina, siendo Brahim Ghali su primer Secretario General. Ese mismo mes el Frente Polisario llevó a cabo su primera acción armada contra el ejército español.

El 20 de agosto de 1974, el embajador español ante Naciones Unidas, Jaime de Piniés, anunció la intención del gobierno español de celebrar un referéndum dentro de los seis primeros meses de 1975. Ante la oposición de Marruecos y Mauritania, la ONU decidió solicitar al Tribunal internacional de Justicia de la Haya una “Opinión Consultiva” sobre el estatuto jurídico internacional del territorio del Sáhara en el momento de su colonización por España.

El dictamen consideraba que, antes de la colonización, el Sáhara se hallaba habitado por poblaciones que, aunque nómadas, “estaban social y políticamente organizadas en tribus y colocadas bajo la autoridad de jefes competentes para representarlas”. Aunque en el momento de la colonización española existían vínculos jurídicos de obediencia entre el sultán de Marruecos y algunas de las tribus que vivían en el territorio del Sáhara Occidental, no existía “ningún vínculo de soberanía territorial entre el Sáhara Occidental por una parte y el reino de Marruecos o el conjunto mauritano por otra”.

La marcha verde

Sin embargo, unas horas después de hacerse pública la resolución, el monarca marroquí Hassan II, se dirigió a la nación para anunciar que el Tribunal había aceptado la existencia de vínculos jurídicos y de sumisión entre la población del Sáhara y el reino de Marruecos. Por tanto se disponía a recuperar el territorio que le pertenecía, proclamando que se haría de forma pacífica, mediante una marcha civil de voluntarios, que solamente irían armados con el Corán.

Hasta el 3 de noviembre de 1975, 350.000 voluntarios para participar en la denominada Marcha Verde, fueron trasladados desde distintos rincones del reino hasta Marrakech y desde allí hasta Tarfaya, penetrando en territorio del Sáhara unos diez kilómetros. Hoy resulta indiscutible el asesoramiento norteamericano. Tanto los EE.UU. como Francia apoyaron la marcha, reticentes ante un Frente Polisario muy relacionado con Argelia.

El 8 de noviembre de 1975, con el general Franco agonizando en Madrid, el gobierno español de Arias Navarro terminó por aceptar los postulados marroquíes.

El acuerdo tripartito de 1975

En los denominados “Acuerdos de Madrid” el gobierno español aceptó abandonar lo que hasta entonces se había denominado como Sáhara español, antes del 28 de febrero del año siguiente. Marruecos se quedaba con el norte del territorio donde iba a establecer tres provincias, nombrando en cada una de ellas un gobernador. Por su parte Mauritania, asumió el control de la parte sur.

La población saharaui que huía buscando un lugar seguro, era bombardeada con napalm y fósforo blanco por parte de la aviación marroquí y se asentó en la zona de Tinduf (territorio argelino). Lugar en el que todavía hoy se encuentran los campamentos de refugiados saharauis.

 La República Árabe Sáharaui Democrática (RASD)

La guerra del Sáhara Occidental (1976-1991)

Al mismo tiempo que los españoles abandonaban el Sáhara Occidental, los saharauis proclamaron, el 28 de Febrero de 1976, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), encuadrando sus fuerzas armadas en el Frente Polisario. Se presentó como un estado libre, independiente, soberano, regido por un sistema nacional democrático, y de religión islámica. Un Estado no alineado, que proclamaba su adhesión a la ONU, la OUA, y la Liga Árabe, así como a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

Comenzó una guerra de guerrillas contra las fuerzas de ocupación marroquíes y mauritanas. En 1979 Mauritania se comprometió a poner fin a la ocupación de la parte del Sáhara que le había correspondido y Marruecos ocupó la zona mauritana, a pesar de la condena de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Entre 1980 y 1987 Marruecos construyó seis muros defensivos, con una longitud total de 2.700 kilómetros. Un muro de la vergüenza que dividió a la población saharaui y frenó las incursiones del Frente Polisario en el territorio ocupado.

El Plan de Arreglo

En 1988 se abrió la posibilidad de iniciar un proceso negociador, con la mediación de Naciones Unidas y la Organización para la Unidad Africana, sobre la base de “la aceptación de principio” por ambas partes, de unas Propuestas Conjuntas de Arreglo que incluían la celebración del referéndum de autodeterminación sobre el futuro del Sáhara. El 30 de agosto se presentó al Consejo de Seguridad un “Plan de Arreglo”, que fue aprobado y aceptado ese mismo día. El Plan contemplaba un alto el fuego, cuyo respeto quedaría garantizado por un grupo de observadores de Naciones Unidas y la organización de un referéndum “justo e imparcial, sin restricciones militares ni administrativas”, organizado y supervisado por Naciones Unidas, empleando como base para ello, el censo que habían realizado los españoles en 1974.

En 1991 se acordaba el alto el fuego, así como que el referéndum debería celebrarse en 1992. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas creó bajo su autoridad la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO). La negativa de Marruecos a aceptar el censo propuesto por Naciones Unidas, paralizó el proceso.

Los Planes Baker

El norteamericano James Baker fue nombrado Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas en 1997. Por su intermediación se celebraron rondas de conversaciones en Londres y Lisboa. En julio de 1999 la MINURSO hizo pública una lista provisional de posibles votantes, después de haber examinado 147.249 solicitudes, de las que tan solo 84.249 fueron declaradas aptas para participar en el referéndum. Esto fue recurrido por Marruecos que insistía en la inclusión de 79.125 nuevas personas pertenecientes a grupos tribales sobre los cuales existían dudas de su origen saharaui. En palabras del Secretario General, Kofi Annan, el problema era que “Marruecos no estaba dispuesto a continuar con el Plan de Arreglo”.

Tras la muerte de Hassan II y su sustitución por su hijo Mohamed VI, Baker propuso la concesión de cierta autonomía al territorio pero bajo soberanía marroquí. El Frente Polisario rechazó esta opción y el plan no fue aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En enero de 2003 presentó un nuevo acuerdo marco, el denominado “Plan de Paz para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental”, o Plan Baker II, que fue apoyado por unanimidad por el Consejo de Seguridad. Se trataba de un proceso previo de elecciones autonómicas en el que se elegiría lo que las Naciones Unidas denominaban “Autoridad del Sáhara Occidental”, que se repartiría con Marruecos las competencias sobre la antigua colonia. Rabat conservaría durante este periodo la soberanía sobre el territorio y seguiría teniendo competencia exclusiva en las áreas de defensa nacional y de relaciones exteriores. Posteriormente, y no antes de cuatro años y no después de cinco, se celebraría el demorado referéndum de autodeterminación. El Frente Polisario se mostró dispuesto a explorar la propuesta, pero Marruecos la rechazó.

Nuevas propuestas

En agosto de 2005 Baker fue sustituido por el diplomático holandés Peter Van Walsum. El año 2007 Marruecos presentó una nueva propuesta denominada “Iniciativa Marroquí para la Negociación de un Estatuto de Autonomía para el Sáhara” que proponía dotarlo de una cierta autonomía “dentro del marco de la soberanía del Reino y de su unidad nacional” si bien contemplaba que el estatuto de autonomía “sería sometido a referéndum por las poblaciones afectadas”. Por su parte, el Frente Polisario presentó un nuevo documento denominado “Propuesta del Frente Polisario para una Solución Política Mutuamente Aceptable que Asegure la Autodeterminación del Pueblo del Sáhara Occidental” que incluía el derecho a la autodeterminación.

Entre 2008 y 2011 se celebraron nuevas rondas de negociaciones sin llegar a ningún acuerdo. En el 2013 la administración norteamericana consideraba la propuesta marroquí de autonomía como “seria, realista y creíble”.

Fin del alto el fuego

En noviembre de 2020 las fuerzas armadas marroquíes atacaron a la población civil saharaui, que se manifestaba pacíficamente para denunciar las violaciones de derechos humanos y el saqueo masivo de los recursos naturales del Sáhara Occidental.

Como respuesta a la ofensiva militar marroquí, Brahim Ghali, presidente de la RASD, emitió un decreto en el que anunciaba el fin del compromiso con el alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos.

Población y recursos económicos

La población del Sáhara Occidental es de más de 600.000 habitantes y actualmente el pueblo saharaui está partido en dos. Aproximadamente la mitad de su población vive bajo la ocupación de Marruecos. Los que huyeron de la invasión marroquí se establecieron en las afueras de la ciudad de Tinduf, un lugar próximo a la frontera del Sáhara con Argelia. Otros muchos saharauis viven fuera, muchos en España pero también en Francia o países latinoamericanos, especialmente Cuba.

La sede del Gobierno de la RASD se estableció en Rabuni. Actualmente 84 estados reconocen a la RASD. Alrededor de Rabuni, en un radio de unos 30 km, se levantaron los tres primeros campamentos, con nombres de ciudades del Sáhara Occidental: Smara, El Aaiun y Auserd. A unos 150 km. al sur se levantó el campamento de Dajla, casi sobre la frontera con Mauritania. Más tarde se construyó un complejo de escuelas y talleres de formación profesional para mujeres al que llamaron “27 de febrero”, que hoy ha crecido hasta convertirse en un nuevo campamento, llamado “Bojador”.

Dentro de la división administrativa de la RASD cada campamento representa una provincia o wilaya y está dividido en 4 ó 6 municipios o dairas, divididas a su vez en barrios. En cada municipio hay una escuela y comités dedicados al reparto de comida y otras tareas.

Una de las principales fuentes de riqueza es la pesca. En 1962 se descubrieron los yacimientos de fosfatos de Bucráa. España creó la empresa Fosbucráa dentro del conglomerado industrial del INI. Actualmente la empresa es propiedad de Marruecos. La explotación de los ricos bancos pesqueros de la costa del Sáhara está regulada por los acuerdos Marruecos-Unión Europea que empezaron a firmarse a partir de 1995 y cuyo principal beneficiario es España. El 29 de septiembre de 2021 el Tribunal General de la Unión Europea anuló los acuerdos pesqueros y agrícolas entre Marruecos y Europa, al considerar que el Frente Polisario está legitimado para ser parte en lo concerniente al Sahara Occidental en las relaciones UE-Marruecos y se precisa de su consentimiento para cualquier acuerdo que aplique sobre el territorio.

También se sabe que hay bolsas de petróleo y existen concesiones realizadas a empresas privadas aunque no hay extracción de hidrocarburos. Hay indicios de una bolsa de petróleo compartida entre aguas españolas, marroquíes y saharauis.

A pesar de contar con esos recursos, actualmente Marruecos controla el 85% del territorio así como los principales recursos económicos, esquilmando así a sus auténticos propietarios. La población saharaui vive de la pesca, el pastoreo y las subvenciones recibidas a través de la ayuda externa.

El cambio de política respecto al Sáhara

Tras la firma de los acuerdos de Madrid de 1975, tanto el PSOE como el PCE negaron el valor jurídico de dichos acuerdos y apoyaron las tesis del Frente Polisario. La derecha practicó una política de compensación entre Marruecos y Argelia. Tras la victoria socialista de 1982 hay un cambio del PSOE respecto al Sáhara. España no reconoció a la República Árabe Sáharaui Democrática y no se denunciaron los acuerdos de Madrid. El PCE, en cambio, reclamó el reconocimiento de la RASD y recriminó al Gobierno el abandono del Polisario a favor de una mejor relación con Marruecos. El año 2000, durante el segundo mandato de Aznar, se presentó el Plan Baker que preveía una amplía autonomía saharaui bajo soberanía marroquí. El Plan, apoyado por Francia, Estados Unidos y Reino Unido y rechazado por el Frente Polisario y Argelia, no fue apoyado por España, hecho que causó la hostilidad marroquí. La crisis estalló el 28 de octubre de 2001, cuando el embajador marroquí fue llamado a consultas en Rabat. En el 2007 Marruecos presentó al gobierno socialista de Zapatero un plan que no contemplaba la autodeterminación del pueblo saharaui. Aunque el gobierno español advirtió a Marruecos de la necesidad de incluir una referencia a la autodeterminación, más tarde el propio ministro de exteriores socialista hizo unas declaraciones calificando el plan de “elemento novedoso, de indudable interés”, que “podría generar una nueva dinámica de diálogo”. Desde entonces se han realizado tres reuniones de Alto Nivel entre España y Marruecos. Durante el gobierno de Zapatero tuvo lugar una el año 2008. La declaración final recogía que "la parte española ha considerado que esta propuesta, fruto de esfuerzos serios y creíbles, constituye una contribución positiva en el marco de una negociación sustantiva para conseguir una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que respete el principio de autodeterminación, en el marco de las Resoluciones [...] del Consejo de Seguridad”. Durante el Gobierno de Mariano Rajoy, España celebró dos cumbres con Marruecos. La primera tuvo lugar el 3 de octubre de 2012 y se celebró en Rabat. En la declaración final se subrayaba "la importancia de la reanudación de las negociaciones sobre bases sólidas, de conformidad con las resoluciones y los parámetros claramente definidos por el Consejo de Seguridad" y que "España ha saludado también los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos". La tercera de estas cumbres, también presidida por Rajoy, tuvo lugar en el 2015, esta vez en Madrid. En la declaración final ambas partes se felicitaban por la Resolución de la ONU que renovaba el mandato de la MINURSO y que exhortaba a las partes a que "continúen las negociaciones" que deben seguir "sin condiciones previas y de buena fe" con el objetivo de lograr "una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental".

Durante el Gobierno de Pedro Sánchez no se ha producido ninguna Reunión de Alto Nivel entre ambos países. El 18 de abril de 2021 Brahim Ghali es ingresado en España por razones humanitarias, permaneciendo hasta el 2 de junio. Supuestamente como reacción a la presencia de Ghali en España, el 17 de mayo Marruecos facilitó la entrada irregular de más de 10.000 personas (unos 1.500 menores) por la frontera de Ceuta, la mayoría de ellas a nado. Esto abrió una crisis con Marruecos, con la retirada de la embajadora marroquí en Madrid. Por otra parte las autoridades marroquíes plantearon la necesidad de que España apoyara su plan de autonomía para el Sahara, bajo soberanía de Marruecos, como ya habían hecho Francia y Alemania. En agosto pareció cerrarse oficialmente la crisis después de un discurso de Mohamed VI en el que expresó su deseo de abrir una nueva etapa, inédita, en las relaciones con Madrid, que se basarían, según el monarca alauí, "en la confianza, la transparencia y el compromiso".Durante el discurso de Pedro Sánchez en la Asamblea General de la ONU, en septiembre de 2021, aseguró que "es necesario alcanzar una solución política, que tiene que ser justa, duradera y mutuamente aceptable sobre el Sáhara Occidental, tal como establecen las resoluciones del Consejo de Seguridad. España sigue defendiendo la centralidad de Naciones Unidas, apoyamos los esfuerzos del Secretario General".

El 10 de diciembre de 2020, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, proclamó el reconocimiento de la soberanía del Reino de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, anunciando que Marruecos, después de tres años de negociación, se sumaría a los Acuerdos de Abraham y comenzaría a normalizar las relaciones con Israel.

Previamente Marruecos contaba con el apoyo de Francia que en 2019 afirmaba que Francia acoge con "satisfacción" los esfuerzos "serios y creíbles" realizados por Rabat para "avanzar hacia una solución de la cuestión del Sáhara Occidental". Tuvo un nuevo aliado en Alemania que el 5 de enero de 2021 envió por medio de su presidente un mensaje a Mohamed VI en el que aseguraba que su país "considera el plan de autonomía presentado en 2007 como un esfuerzo serio y creíble" y "buena base para llegar a un acuerdo en este conflicto regional".

Un giro histórico en la tradicional postura de España respecto al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui se produjo el 18 de marzo de 2022. Ese día se conoció, la nota publicada por la agencia de noticias marroquí MAP, a través del Gabinete Real de Marruecos, que daba cuenta del mensaje del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dirigido al monarca marroquí. En el mismo España, que continua siendo la potencia administradora del territorio, considera la propuesta de autonomía de Marruecos respecto al Sáhara Occidental como “la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa”. Una de las consecuencias de este posicionamiento, fue la ruptura de relaciones del Frente Polisario con el Gobierno de España, la apertura de una crisis con Argelia de consecuencias imprevisibles y la postura en contra de sus socios de Gobierno, sus aliados parlamentarios y el principal partido de la oposición.

Algunas fuentes consultadas

Ángel Santano, Silvia, “1975: el último año del Sahara Español.” Anuario de Estudios Atlánticos, nº 62, <http://anuariosatlanticos.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/9410>

Fuente Cobo, Ignacio “Sáhara occidental: origen, evolución y perspectivas de un conflicto sin resolver”, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 13/07/2011.

<https://www.ieee.es/galerias/fichero/docs_marco/2011/dieeem08-2011saharaoccidental.pdf>

López García, Bernabé, “España ante el problema del Sahara: por una solución magrebí”, Real Instituto Elcano, (2014),

<https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/espana-ante-el-problema-del-sahara-por-una-solucion-magrebi/>

Martínez Milán, Jesús M.ª, “España en el Sáhara Occidental: de una colonización tardía a una descolonización inconclusa, 1885-1975”, Anales de Historia Contemporánea, 23 (2007).

Precedo, Alba “Así ha evolucionado la posición de los gobiernos españoles sobre el Sáhara” InfoLibre 20/03/2022, <https://www.infolibre.es/politica/documentos-evolucionado-posicion-gobiernos-espanoles-sahara_1_1222972.html>

Soroeta Liceras, Juan, “La posición de la unión europea en el conflicto del Sáhara Occidental”, Revista de Derecho Comunitario Europeo, núm. 34, Madrid, septiembre/ diciembre (2009), págs. 823-864

Trasosmontes, V., “El territorio del Sáhara Occidental y sus intereses económicos: reflexiones para España”, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 30/10/2014 <https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_marc/2014/DIEEEM17-2014_Canarias-Sahara_VioletaTrasosmontes.pdf>

Vaquer i Fanés, Jordi, “España y el Sáhara Occidental: la dimensión partidista”, Revista CIDOB d’Afers Internacionals, núm. 79-80, p. 125-144.


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