Crímenes de guerra


Según denuncia la Red de Periodismo de Investigación de la Unión Europea de Radiodifusión, “Cientos de niños ucranianos están siendo trasladados a Rusia desde los territorios que ha ocupado en el este de Ucrania. El Kremlin dice que los están salvando, Kiev denuncia genocidio”. El fiscal internacional especializado en crímenes de guerra y miembro de la Comisión Internacional de Juristas, Reed Brody, considera que “el traslado forzoso de niños es claramente un crimen de guerra”.

La denuncia está sirviendo para que, una vez más, pongamos nuestra mirada en los crímenes que, prácticamente en todos los conflictos armados, se cometen amparados en la violencia sistemática que supone una guerra.

Aunque toda guerra es criminal e injusta el Derecho Internacional Humanitario, desde hace mucho tiempo, viene estableciendo unas leyes de la guerra, que limitan la actuación de las partes en un conflicto armado, para disminuir el sufrimiento humano y proteger a aquellas personas que no forman parte del conflicto. En el derecho internacional el término "crímenes de guerra" se refiere a las infracciones graves del Derecho Internacional Humanitario que se cometen durante un conflicto armado.

En este artículo haré un pequeño recorrido histórico sobre la adopción de los acuerdos que se han venido realizando entre los estados y las instituciones que se han ido creando para hacer cumplir esos acuerdos, hasta llegar a la actual Corte Penal Internacional; señalaré algunos de los conflictos armados actuales en los que se han denunciado crímenes de guerra y terminaré con algunas consideraciones personales.

Con estas líneas espero aportar algunas razones más sobre por qué es imprescindible actuar a favor de la paz y en contra de la guerra, de todas las guerras.

Un poco de historia

El primer precedente del Derecho Internacional Humanitario lo encontramos en la Primera Convención de Ginebra, de 1864. Henry Dunant fue testigo de la batalla de Solferino en la guerra de Napoleón III contra el Imperio Austríaco. La nula atención que recibían los militares heridos en campaña, hizo concebir a Dunant la idea de organizar una sociedad de socorro, para intentar mitigar en lo posible el sufrimiento por las consecuencias de una guerra. La Convención de Ginebra de 1864, a la que asistieron representantes de 16 países europeos y observadores de los EE.UU., dio lugar a la firma del primer Convenio de Ginebra para proteger a los militares heridos en campaña. En ese Convenio también se contempla el establecimiento del Comité Internacional de la Cruz Roja y la promoción de Sociedades de Socorro.

Tras finalizar la II Guerra Mundial, las potencias vendedoras constituyeron el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, para juzgar a los principales funcionarios nazis alemanes por los crímenes cometidos durante la guerra. 

El tribunal definió como crímenes de guerra las violaciones graves a las normas y usos de la guerra. Otros criminales de guerra fueron juzgados por los tribunales de los países donde habían cometido los crímenes. En 1947, un tribunal en Polonia condenó a pena de muerte a Rudolf Hoess, comandante del campo de concentración y exterminio de Auschwitz. Una vez terminada la guerra en Asia se constituyó el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente, para juzgar a los japoneses considerados culpables de crímenes de guerra.

El IV Convenio de Ginebra, celebrado en 1949, y que actualmente lo han firmado 196 países, estableció como uno de sus objetivos la protección de la población civil en caso de un conflicto armado. Según este acuerdo los civiles no pueden ser objeto de ataques deliberados y se deben tomar todas las precauciones previas a un ataque para garantizar que el objetivo no sea un objeto civil como un hospital o una escuela.

En la década de los años noventa del pasado siglo, se constituyeron nuevos tribunales internacionales para juzgar los crímenes de guerra cometidos en la antigua Yugoslavia y en Ruanda.

La Corte Penal Internacional

La Asamblea General de Naciones Unidas acordó celebrar una conferencia diplomática de plenipotenciarios para establecer una Corte Penal Internacional. A tal fin se acordó en 1998 el Estatuto de Roma. Describe los crímenes de guerra como infracciones graves de los Convenios de Ginebra. Entre otros muchos se consideran crímenes de guerra: la tortura, la deportación, el traslado ilegal o el confinamiento ilegal de personas, los ataques intencionados contra la población civil y contra bienes civiles que no constituyen objetivos militares o el asesinato de prisioneros de guerra.

El Estatuto fue ratificado por 123 países, pero ni Ucrania un Rusia lo han ratificado. Tampoco lo han ratificado Estados Unidos, China, Israel, Cuba, India e Irak. La Corte Penal Internacional sólo puede juzgar a personas individuales de los países que han ratificado el Estatuto. No obstante esos crímenes podrán ser juzgados por tribunales nacionales que aplican el principio de jurisdicción universal. Según este principio los tribunales pueden investigar y juzgar graves violaciones de los derechos humanos, aunque se hayan cometido en otro país o sus presuntos autores o víctimas tengan distinta nacionalidad que el tribunal que los juzga. Este principio lo reconocen el 85% de países del mundo. En el caso de España, que venía reconociendo ese principio, tras la reforma del poder judicial del 2014 se redujo la jurisdicción de los tribunales para juzgar ese tipo de delitos a los casos en que los presuntos culpables sean españoles o residentes en nuestro país. Para juzgar a un estado por crímenes de guerra hay que recurrir a la Corte Internacional de Justicia, órgano de la ONU encargado de resolver conflictos entre estados.

La primera condena dictada por la Corte Penal Internacional, tuvo lugar el año 2012, contra Thomas Lubanga, líder del grupo armado Unión de Patriotas Congoleños creado en 2002 en la República Democrática del Congo. Se le acusó de reclutar niños y niñas como soldados y fue condenado a catorce años de prisión.

Los crímenes de guerra no prescriben, por lo que no hay un límite de tiempo para poder ser juzgados y condenados.

Principales crímenes de guerra en la actualidad

Según denuncia Amnistía Internacional, en las guerras que están teniendo lugar en la actualidad se siguen cometiendo numerosos crímenes de guerra. Estos son algunos de estos conflictos que denuncia la ONG:

Etiopía: desde el año 2020, en el enfrentamiento entre las fuerzas armadas etíopes y los grupos armados de la región de Tigray, se han cometidos numerosos y graves crímenes de guerra por ambos bandos. Ataques indiscriminados, violaciones masivas, ejecuciones y desplazamientos forzados, son algunos de estos crímenes.

Mali: la población está sufriendo un conflicto armado desde 2012. Una comisión especial de Naciones Unidas investigó numerosos crímenes de guerra. En el informe final publicado en 2020 constató la comisión de crímenes de guerra como ataques contra diferentes etnias, masacres de civiles, violaciones y violencia sexual.

Siria: la comisión de investigación de Naciones Unidas destacó que las tropas del gobierno, junto a las fuerza aéreas rusas "lanzaron ataques aéreos y terrestres que diezmaron la infraestructura civil y despoblaron ciudades y pueblos", matando a cientos de mujeres, hombres y niños.


Yemen: El enviado especial para Yemen destacaba en un informe presentado al Consejo de Seguridad de la ONU el 14 de diciembre de 2021, el uso de artillería pesada y ataques aéreos por las partes en el conflicto, que tuvo como resultado un grave impacto sobre la población civil, con bajas civiles y miles de familias desplazadas.

Ucrania: Amnistía Internacional ha denunciado ataques de las fuerzas rusas que pueden constituir crímenes de guerra, como ataques a hospitales y escuelas, ataques indiscriminados que han matado o causado heridas a civiles, o el uso de municiones de racimo que están prohibidas. Pero también ha denunciado a Ucrania por poner en peligro a la población civil al establecer bases militares en zonas habitadas por civiles, incluso en escuelas y hospitales, convirtiendo así bienes de carácter civil en objetivos militares.

Algunas consideraciones

Si bien todas las guerras son criminales y siempre afectan a la población civil, todavía son más inhumanas e injustas cuando de forma consciente se utiliza a la población civil como objetivo de guerra. Son innumerables las formas en que se utiliza a la población en una guerra: detenciones arbitrarias, ataques a instalaciones civiles como hospitales o escuelas, deportaciones. Secuestro, tortura, violación, asesinatos... Pero también se cometen crímenes de guerra cuando se utiliza a la población y los establecimientos de carácter civil como escudo.

Los numerosos acuerdos de carácter internacional que desde mediados del siglo XIX se ha ido tomando para intentar disminuir los sufrimientos que en las guerras afectan a soldados y población civil, no han impedido que se sigan cometiendo execrables crímenes en todas las guerras. Aunque la creación de instituciones para aplicar el Derecho Internacional Humanitario ha servido para que se juzgue a algunos responsables de crímenes de guerra, queda mucho camino por recorrer para que se lleve a cabo una eficaz aplicación de la justicia contra los responsables de estos crímenes.

Si bien se cometen crímenes de guerra en la práctica totalidad de los conflictos armados, los medios de comunicación destacan mucho más los que se cometen en las guerras que afectan más a los países del mundo más rico, como estamos viendo ahora con la invasión rusa de Ucrania, silenciando o al menos dando menos cobertura a los que se producen en países del mundo más pobre, como se ve en las guerras de Yemen o Etiopía.

En todo caso el crimen es la guerra, todas las guerras. Quiero terminar parafraseando a Julio Anguita, afirmando que malditas sean las guerras y los canallas que las hacen.


Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo noni, pensaba poner la frase de Julio al final pero me has pillado la delantera

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  2. Muy interesante es una auténtica realidad, cualquier guerra siempre la sufre la población civil, ( Así que malditas sean)

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  3. También se cometieron horribles atrocidades en los Balcanes. Me ha gustado tu artículo. Siempre aportas conocimiento y buena información. Ardino Urpiales

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    1. Cualquier guerra es una atrocidad, pero algunas más. Gracias por el comentario.

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  4. Gracias, por escribirlo, Noni. Muy interesante. Enhorabuena por tu blog.

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  5. Gracias por el comentario. Me alegra que te haya parecido interesante.

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