Banderas



La masiva presencia de banderas nacionales en los actos políticos que protagonizan los partidos de la derecha española, la identificación como ciudadanos de esa ideología de los que lucen pines, pulseras y otros elementos con los colores de la bandera, creo que merece una reflexión y aportar algunos datos sobre el significado histórico de las banderas.

En este artículo se ofrecen algunos datos sobre el origen e historia de las banderas; el significado y evolución del escudo que forma parte de la bandera de España y algunas reflexiones sobre la utilización partidista de la bandera y el escudo de España.

Llamamos bandera a un trozo de tela, generalmente rectangular, que se emplea como insignia o señal de una nación, una ciudad o una institución. Lógicamente en este artículo voy a referirme a las banderas que son insignia representativa de una nación y que conocemos como bandera nacional.
Su origen es claramente militar, ya que permitía a los soldados identificar a las unidades a las que pertenecían y, consiguientemente, distinguirlas de las enemigas. En el mar tenían un gran valor ya que servían para conocer la nacionalidad de las embarcaciones.

Las primeras banderas de las que hay constancia histórica son chinas e indias. Una de las más antiguas es la de la dinastía china Zhou, utilizada al menos desde el año 660 a.C. La razón que podría justificar su temprana aparición en Oriente es el hecho de que conocían la seda, un tejido ligero que les permitía que ondearan al viento.

Durante toda la Antigüedad y hasta la aparición de los nacionalismos y el final del Antiguo Régimen, las banderas no representaban a la nación, sino a la dinastía del soberano reinante. Por tanto lo que las distinguía no era tanto el color como el escudo de armas de la familia reinante. Además de su utilización militar su uso estaba bastante extendido en las embarcaciones.

Precisamente en este uso hay que buscar el origen de la bandera española. A finales del siglo XVIII había cinco estados gobernados por la familia Borbón, que compartían en sus barcos una bandera blanca en la que sólo cambiaban los cuarteles del escudo. Esto hacía 
que fuera difícil distinguirlas en el mar. Ante esta situación el rey español, Carlos III de Borbón, decidió que sus barcos llevaran una bandera que los hiciera fácilmente distinguibles. Para ello convocó un concurso al que se presentaron diez propuestas. En 1785 acordó que los barcos españoles llevaran una bandera formada por tres franjas horizontales, de color rojo la primera y la tercera y amarillo la del centro.
El origen de las banderas como representativas de una nación hay que situarlo en la aparición del nacionalismo y el fin del Antiguo Régimen, que se produjo a partir del siglo XIX. En España, durante la Guerra de Independencia (1808-1814), algunos marineros que pasaron a luchar en campañas de tierra, empezaron a utilizar la insignia roja y amarilla de sus barcos, con lo que esta insignia comenzó a verse en el interior. Durante el reinado de Isabel II, el Real Decreto de 13 de octubre de 1843 establecía la sustitución de banderas, estandartes y escarpelas, enseñas del Ejército, por otras nuevas con los colores rojo y amarillo. Se unificó así la utilización de estos colores en las insignias de todas la unidades militares. Una nueva instrucción, de marzo de 1867, describía las características que debían tener las banderas de los buques, arsenales y plazas marítimas. Durante el Reinado de Alfonso XII (1874-1885), se promulga una Instrucción, con fecha de 10 de diciembre de 1878, en cuyo artículo primero se define la Bandera nacional en los mismos términos que en la citada Instrucción de 1867.
En la Segunda República se promulgó un decreto que determinaba la adopción de la bandera nacional tricolor formada por "tres bandas horizontales de igual ancho, siendo roja la superior; amarilla la central y morada oscura la inferior".
Durante la Guerra Civil el presidente de la Junta de Defensa Nacional, general Cabanellas, firmó un Decreto, el 29 de agosto de 1936, por el que se recuperaba la que consideraba bandera tradicional. En su artículo único se dice: "Se restablece la bandera bicolor, roja y gualda, como bandera de España".
En la actualidad la Constitución Española de 1978 describe la bandera en su artículo 4.1.: “La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas”. En cuanto al significado de esos colores no hay ninguna evidencia de que sean símbolo de nada en concreto, siendo la razón más plausible para su uso la facilidad con la que permitía la identificación de los buques españoles.

Durante la Segunda República Cataluña, País Vasco y Galicia vieron aprobados sus estatutos de autonomía, que incluían las características de la bandera que las identificaba. Otros, como Andalucía, no llegaron a ver aprobado su estatuto por el comienzo de la guerra civil, pero sí aprobaron su bandera. Una vez aprobada la Constitución de 1978, todas las regiones españolas han alcanzado su autonomía y en sus respectivos estatutos se decribe la bandera que los representa.

La mayoría de las banderas suelen llevar un escudo. El escudo que lleva la bandera española se establece en la Ley 33/1981, de 5 de octubre, del Escudo de España. Los antecedentes del escudo hay que buscarlos en los escudos de armas de las distintas dinastías que han reinado en España, siendo el más antiguo el de la dinastía Trastámara, a la que pertenecían los Reyes Católicos, constituido por las Armas de los Reinos de Castilla, León y los de la Corona de Aragón. A partir de la conquista de Granada, incorporaron las armas de este Reino a su escudo. El escudo lo enmarcaba el águila de San Juan y a sus pies llevaba el yugo y las flechas. La dinastía de los Austria incorporó las columnas de Hércules con la leyenda Plus Ultra. La dinastía Borbón las lises de la casa de Borbón. Pero fue durante el Gobierno Provisional (1868-1870) y bajo dictamen de la Real Academia de la Historia, cuando se unifica el escudo de España con los siguientes cuarteles: 1º Castilla, 2º León, 3º Aragón, 4º Navarra y 5º Granada, entado en punta, lo timbra con la corona mural y contiene las columnas de Hércules. Alfonso XII y Alfonso XIII restablecen la corona real y añaden las lises con la bordura de gules de su familia y acolan el collar del Toisón de Oro. Durante la II República se vuelve a restablecer la corona mural y se suprimen las armas de la dinastía Borbón. En la Dictadura de Franco se usa una heráldica semejante a la utilizada por los Reyes Católicos, sustituyendo las armas de Aragón-Sicilia por las de Navarra, se añaden las columnas de Hércules y la divisa "una, grande y libre" así como el águila de San Juan, el yugo y las flechas. 
El escudo actual se basa fundamentalmente en el adoptado por el Gobierno Provisional en 1868, pero sustituyendo la corona mural por la real, añadiendo sendas coronas a las columnas y superponiendo el escudete de Borbón, símbolo de la restauración monárquica.  

La Ley 39/1981, de 28 de octubre, regula el uso de la bandera de España. En ella se recoge en su artículo primero que “La bandera de España simboliza la nación; es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución”. La ley contempla dónde y en que forma debe situarse la bandera en los actos y organismos oficiales. En su artículo 7 señala que “Se prohíbe la utilización en la bandera de España de cualesquiera símbolos o siglas de partidos políticos, sindicatos, asociaciones o entidades privadas”. Sin embargo últimamente se ha producido un efecto de apropiación de la bandera, y de otros símbolos del Estado, por parte de los partidos de la derecha. Además se ha pervertido su significado ya que de representar al conjunto de la nación, ha pasado a convertirse en un arma arrojadiza, utilizada para distinguir entre los que consideran buenos y malos españoles. Se han apropiado de los símbolos y sentimientos nacionales de manera exclusiva. Esa utilización partidista ha provocado que el resto de los españoles ha dejado de identificar la bandera como lo que realmente representa, el conjunto de la nación, formada por todos los españoles independientemente de su ideología. Más grave que el uso de la bandera en los actos de los partidos de la derecha, es el intento de identificar a España y su bandera con la derecha, dejando fuera a los que no comparten sus ideas.

Comentarios

  1. Después de felicitarte por tu excelente artículo, tan bien documentado, me voy a atrever a hacer algunas puntualizaciones, enunciadas en forma de preguntas. ¿Es que está prohibido que los españoles portemos la bandera de la nación en contextos públicos? Yo creo que no: hay muchas personas que llevan pulseras, pequeños escudos y otros aditamentos sin que ningún policía les diga nada; no veo razón, pues, para que no se puedan portar banderas de España en mítines o manifestaciones u otras concurrencias (partidos de la selección de fútbol, por ej.), lo mismo que en ocasiones aparecen banderas regionales entre el público en circunstancias similares. Por otra parte, ¿no será que los partidos y movimientos autodenominados de izquierdas han renunciado a mostrar en actos colectivos la bandera de la nación, por la razón que sea -quizás el repudio-, con lo que parece que se la apropian los conservadores? Un cordial saludo.

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    1. Gracias por tu felicitación. Es evidente que no está prohibido el uso de la bandera española en cualquier tipo de acto público. Pero también lo es que hay personas que utilizan la bandera para identificarse con determinada ideología frente a los que no hacen ostentación de la misma. Tienes razón en que los grupos de izquierda han permitido esa apropiación. Algo que, según vi el otro día en un acto del PSOE, parece que está cambiando. Saludos.

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