Refugiados y emigrantes II

EL DERECHO DE ASILO EN EL PERIODO DE ENTREGUERRAS

Campo de refugiados españoles en Le Perthus, Francia, 1939

Al final de la Primera Guerra Mundial se contabilizaron más de diez millones de personas refugiadas en Europa. Ya a finales de 1918 un grupo de británicos organizó la ayuda con la recogida y distribución de alimentos destinados a las poblaciones tanto de los países vencedores como de los vencidos, creando Fight the Famine, llamada así antes de tomar el nombre bajo el que se la conoce hoy en día, Save the Children Fund. En 1919 se funda la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, que más tarde se llamaría Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. También se crearon otras organizaciones humanitarias privadas como el Servicio Civil Internacional, fundada en 1920 en Verdum a favor de la reconciliación y la paz. En 1922 la Federación Internacional de la Liga de los Derechos Humanos, para defender la democracia y la paz. Ese mismo año, bajo los auspicios de la Tercera Internacional, se creó el Socorro Rojo Internacional. En agosto de 1921 la Sociedad de Naciones (SDN) creó el Alto Comisionado para los Refugiados. En 1929, se aprobó en Ginebra el Convenio relativo al trato debido a los prisioneros de guerra, encargando al Comité Internacional de la Cruz Roja el control sobre la aplicación de dicho Convenio. Este Convenio amparó a millones de prisioneros durante a Segunda Guerra Mundial.
El auge del nacionalismo en Alemania a partir de 1933 provocó nuevos problemas de refugiados ya que el gobierno alemán se negó a reconocer a la SDN. La Convención de 1933 “reconoce por primera vez la obligación de non-refoulement que, sucintamente, consiste en que el Estado donde el demandante de asilo pretende que se le dé refugio, no devuelva al refugiado a su Estado de origen, donde su vida o libertad corren peligro”(PÉREZ, S. 2003, 229). En 1938 se creó un organismo que asegurara la emigración de cuantos quisieran abandonar los territorios ocupados por Alemania. Nace así el Comité Intergubernamental para los Refugiados.
Durante la Guerra Civil española (1936-1939) se difundieron las imágenes de los bombardeos a ciudades de la aviación alemana y del ejército sublevado contra la República. Las terribles imágenes de niños y adultos muertos entre los escombros provocaron la solidaridad de las organizaciones humanitarias. Se crearon asociaciones de ayuda a la población civil española como el Comité Internacional de Coordinación y de Información para la Ayuda a la España Republicana, en Francia. Auspiciada por la C.G.T. se fundó en 1936 un Comité de Acogida a los Niños de España. Los niños fueron acogidos por familias, alojados en colonias colectivas, o enviados a Suiza o a Bélgica a través de organismos de socorro internacionales. En Suiza se constituyó el Comité de Ayuda Suiza a los Niños de España. También se creó un sistema de apadrinamiento de niños españoles por ciudadanos suizos. Más de 40.000 niños fueron apadrinados y más de 800 fueron enviados a Suiza. “Tras su expulsión de España, los voluntarios suizos que tanto se habían esforzado en España por defender la vida de miles de españoles, siguieron operando en los campos de internamiento del sur de Francia entre 1940 y 1943 bajo una nueva denominación: Ayuda Suiza a los niños víctimas de la guerra” (EXPÓSITO, L.M. 2014, 73). Tras la caída de Barcelona el Comité Internacional de la Cruz Roja intensificó su actuación entre los refugiados realizando visitas a algunos de los campos de refugiados situados en el sur de Francia y a donde fueron conducidos los refugiados republicanos españoles que pudieron cruzar la frontera. “Acabada la guerra española, desgraciadamente su labor siguió siendo necesaria en la asistencia a la inmensa población de refugiados, internados en Francia en condiciones de semiprisioneros” (CUESTA, J. 2014, 39).
La Segunda Guerra Mundial supuso importantes cambios en el derecho de asilo, como veremos en la próxima entrada.